En el espacio escolar, la
convivencia se enseña, se aprende y se refleja en los diversos espacios
formativos (en el aula, en los talleres, las salidas a terreno, los
patios, los actos ceremoniales, la biblioteca), los instrumentos de
gestión (el PEI, los reglamentos de convivencia, los Planes de
Mejoramiento Educativo), y en los espacios de participación (Consejo
Escolar, CCPP, CCAA, Consejo de Profesores/as, reuniones de
apoderados/as), por lo que es de responsabilidad de toda la comunidad
educativa."Compartir la vida con otros es propio de las personas. Convivir es una
acción clave para compartir la vida con otros. Actuar para convivir
supone aprender de lo propio y de lo propio de los otros. Tal
aprendizaje implica profundizar en lo nuestro para abrirlo con
generosidad al otro. Y aprender a recibir lo que el otro nos ofrece.
Convivir es, por tanto , ejercicio permanente de gratuidad y
generosidad,es un gesto".
La entrega a otros y de recepción de lo que otros pretenden entregar, un
acto de dialogo, donde se comparten lenguajes y códigos, que requiere
de respeto son aspectos que hacen una convivencia escolar.
En los colegios los siguientes aspectos no hacen una buena convivencia escolar; la violencia, maltrato, formas
apresuradas y gravosas de las personas, desatención y descuido de los
más vulnerables. Por eso el colegio parece contribuir poco a atemperar la
violencia social y el deficiente clima colectivo en ciudades y
comunidades.